Además de tener origen aeroespacial (como tantas otras maravillas), la fiesta de cada 20 de julio es una oportunidad para revalorizar al hobby que compartimos aquellos que deseamos mantener viva la memoria de quienes buscan, a través de la alta tecnología, mejorar la calidad de vida del género humano.
La nota principal no me pertenece, es un regalo oportunamente tardío de un viejo amigo a quien solicitara, cuando inauguramos éste espacio, me enviara algún material que complementara la resumida información sobre las maravillas que produce, como la mayoría de nosotros, en sus ratos libres. En honor a la fecha que celebramos cada 20 de julio es un deber para mí volcarla a ésta página, el lugar donde nadie se sentirá jamás un piloto frustrado.
EL Modelista
¿Qué nos motivó en nuestra tierna niñez a tener hoy en día este hobby, que más que un hobby es un universo, lleno de plástico, pegamento, pinturas, herramientas de todo tipo, pinceles, etcétera, etcétera???
Quizás la culpa fue de algún pariente o amigo, que un día no tuvo mejor idea que regalarnos una caja llena de piecitas de plástico y un papel con instrucciones. Pero aquí hay que hacer un paréntesis: de cada 100 chicos que recibieron esas cajitas, sólo dos o tres fueron realmente infectados por el virus del modelismo. Lo típico era armar un avión, no importaba la escala, marca, modelo ni colores. Sólo importaba armarlo, armarlo con rebabas, torcido, con cualquier pegamento, pero armarlo, y luego mostrar nuestra obra con incontenible orgullo.
En ese momento de nuestras vidas, ya no había retorno, el virus fluía alegremente por nuestras venas. Peso que teníamos lo gastábamos en plástico y nuestra colección aumentaba, junto con los problemas de espacio, y comenzaban a haber modelos perdidos en acción, cuando nuestra querida madre hacia la limpieza.
Hay un momento en nuestras vidas en el que aparece una fémina, la cual atenúa el virus y en algunos casos lo manda a hibernar largos años. Las palabras lapidarias: - Todavía jugás con avioncitos? -, que hacen que algo se quiebre en ese momento, pero estoicamente seguimos adelante. Luego de un tiempo tratamos de explicarle que no son juguetes, que son modelos y le mostramos con orgullo nuestro progreso en el armado de los mismos; los últimos ya están casi perfectos (para nosotros). Si ella no entiende, debemos plantearnos seriamente qué hacer con la relación. Si ella al otro día nos regala una maqueta, podemos mirar hacia el futuro sin muchos problemas (y agradecer a Dios).
Noviazgo, casamiento, hijos, la rueda de la vida sigue, y el virus se atenúa o duerme.
Algunos siguen armando, compartiendo la mesa con maquetas, mamaderas, sonajeros y un sinfín de artículos que “invaden nuestro espacio". Justo cuando vamos a probar una pieza jodida, - Mi amor, limpiá la mesa que vamos a cenar -. Guardamos todo en la caja, mirando y remirando la mesa y sus alrededores en busca de una posible pieza perdida. Y así seguimos nuestra existencia, acumulando cada vez más conocimientos y nuevas técnicas en nuestro querido hobby.
Los más peligrosos son aquellos a los que se les despierta el virus después de muchos años. Casi siempre ocurre cuando pasan por azar delante de un negocio de modelismo. De repente sienten unas desenfrenadas ganas de comprar y comprar y comprar y comienzan a apilar cajas y más cajas en el placard, en la repisa, en cualquier lado hasta colmar la paciencia de su media naranja, la cual muy diplomáticamente le dice: - Sacá todas esas porquerías del placard y ponelas en otro lugar donde no molesten -. Las llama porquerías, dice que molestan, porque aún desconoce el precio de las para ellas insignificantes cajas.
Pero eso acaba cuando algún día, por descuido nuestro, encuentra una boleta. Después de una jornada de trabajo volvemos al hogar y nos encontramos sin un saludo y sin la cena.
Sobre la mesa del comedor se encuentra nuestro tesoro y escuchamos las palabras del juicio final: -Todo esto vale quiticientos pesos -. Nos quedamos mudos, sin palabras, el mundo se nos derrumba, intentamos una defensa: - Pero querida, las vengo comprando durante años; esa que esta ahí me costó 5 pesos en el uno a uno -. Pero el drama se desata, no importan nuestras palabras. Para peor esa misma mañana habíamos encargado la ultrasúper maqueta con fotograbados, resinas y calcas al por mayor. Llamamos a escondidas a algún amigo, al cual le pedimos si podemos guardar en su casa la ultrasúper maqueta hasta el momento de poder entrarla camuflada a nuestro hogar.
El tiempo sigue y todo vuelve a la normalidad en nuestra casa. Al fin logramos tener un rincón propio, nos sentimos los reyes de la creación.
Pero un día, casi siempre domingo a la tarde, lluvioso, mientras estamos peleando con un fotograbado del tamaño de una cabeza de alfiler, se acerca nuestro hijo o hija mostrándose interesados en lo que hacemos. Dejamos todo, buscamos una caja sencilla y le explicamos los rudimentos básicos del modelista y el uso elemental de las herramientas. Le hacemos un lugar en una esquina y le decimos que ese va a ser "su lugar". Lo observamos cómo separa las piezas, mientras nos hace alguna pregunta; luego las pega y se concentra y nuestra mujer nos alcanza un mate.
Es domingo, llueve y por nuestras mejillas corren algunas lágrimas… la pucha que lindo es nuestro hobby!!!
El avión que nadie quería
Sin que signifique pecar de ególatra ni nada que se le parezca, aprovecho ésta ocasión para aportar una también oportunamente tardía nota sobre la foto que ilustra nuestra producción “Abril , Mes de Celebraciones” . Como se comentó en aquél momento, corresponde auna maqueta del Mirage M-5 A Mara de nuestra Fuerza Aérea Argentina, avión cuya historia real se encuentra contenida en el artículo de referencia y sus correspondientes links.
Pero la maqueta también es portadora de una breve aunque no por éllo menos interesante historia.
Se originó en 1.993 cuando mi amigo , también modelista , Jorge Barilari , inaugurara la casa de hobbies que , junto a otro gran amigo , Enrique Bertrand , instalaran en la hoy degradada Galería Calle de la Aldea , lugar donde , durante casi una década , supimos reunirnos modelistas de las más variadas extracciones y capacidades técnicas hermanados en un único objetivo , aprender divirtiéndonos , hasta que el famoso “corralito” de fines del 2.001 , hizo que los costos operativos (por emplearse mayoría de material importado) se volvieron insostenibles , obligando a cerrar aquél refugio , verdadero templo de la alta tecnología en miniatura .
Cuando apenas habían transcurrido unos pocos días de la inauguración (agosto del ’93) , mientras esperábamos unos espectaculares modelos en escala 1:144 (mi favorita) , Jorge me ofreció unos Heller de fabricación nacional en escala 1:100 (un poquito más grande) . – Vinieron fallados. Te los dejo al mínimo precio si quieres – me dijo. Sin imaginar que 15 años más tarde engalanarían éstas páginas, acepté el desafío. Buscando información en las más variadas fuentes, tratando de ensayar para no errar en las modificaciones a la maqueta original, trabajando a la milésima de milímetro para reemplazar las piezas que faltaban del envase original y seleccionando cuidadosamente la pintura para acertar en el color que imitara mejor al modelo real, pasé los siguientes 6 años en forma discontínua pero sin abandonar jamás el objetivo final, que es el trabajo terminado que aquí se comenta.
No pude menos que pensar que, de la misma manera que la hoy famosa Michelle Pfeiffer filmara en sus comienzos como actriz una conmovedora película titulada “Los Chicos que nadie quería” (basada en un hecho real), en abril próximo pasado la estrella del artículo comentado fue nada más y nada menos que “uno de los aviones que nadie quería”. Conmovedoramente curioso, no les parece?
Nada mejor para concluir éste homenaje que desear a todos quienes nos sentimos hermanados por éste atrapante pasatiempo que , al igual que , en la “Zamba para no morir” , podamos hacer escuela y así evitar que el hobby se pierda , como surge del anhelo de éste poema que a continuación transcribo :
15 Segundos Una Vida
Fue un vuelo muy corto
Duró apenas lo que una pequeña plegaria
Menos que la introducción de una melodía
Un poco más largo que un suspiro.
Lo que voló fue un avión
Tán liviano que tu mano no sintió peso alguno al tomarlo
Demasiado pequeño y frágil
Para lo que estás acostumbrado a pilotear.
Quien no te conoce se preguntará
Como tú, el hombre ante el cual
Nevadas cordilleras y áridas llanuras se rindieron
Que le arrancó a cada material
Hasta el último de sus secretos
Para construir con éllos maravillas aeronáuticas
Estabas aún disconforme.
Se preguntarán acaso
Si la locura hizo presa de ti
Y que ya ninguna meta podía calmar tu eterna sed de aventura?
Nada más lejos de la realidad, amigo mío
Tu alma sentía el enorme vacío al imaginar
La tristeza de quien debe volar solo por la vida
Hasta que Dios escuchó tus oraciones
Y puso ante ti al mejor alumno para que hicieras escuela.
Sí, amigo mío
Porque tu Hijo , a quien le construíste el pequeño avioncito
Casi de juguete
Te brindó el vuelo más inolvidable de tu vida
Qué importa que haya durado apenas 15 segundos?
Tán solo importa que estés tranquilo
Porque tendrás quien remonte tus alas
Cuando tú debas plegarlas.
Osvaldo Fierro
Nota : Se observan en el presente artículo numerosas fotos de modelos a escala , algunos de muestra estática y otros radiocomandados . El gran realismo logrado en la reproducción impide a simple vista determinar si se trata de modelos reales oreducidos. Todos son de este último tipo.
Este es el foro de las ruedas, alas, máquinas y motores. Todo lo que tiene motor ó que , ayudado por las fuerzas de la naturaleza , se desplaza por aire , agua , tierra y en el espacio , tiene su lugar aquí , sea que corresponda al modelo original ó a una réplica , tanto en el tamaño real como en escala , en éste último caso , sea que vuele , navegue ó ande , ó se trate de una maqueta estática . El único requisito será que lleve una historia anexa, sea tanto del modelo en sí como alguna anécdota que hayan protagonizado él y su dueño, tanto en la vida real como en la ficción. Sí, las películas también tienen su lugar en éste foro. Quienes creemos en la Paz a través de la evolución técnica, siempre que ésta se ponga al servicio de los semejantes, pensamos que el primer paso en éste sentido es compartir experiencias que, estimamos, pueden ser interesantes, valorables y, si divierten, mejor aún. Para quienes sientan, piensen y obren como nosotros y estén dispuestos a colaborar con nuestro sueño-proyecto, está dedicado éste espacio.